jueves, 17 de febrero de 2011

Mi ciudad favorita...

Versalles

Versalles, fue capital de facto del reino de Francia, es ahora un rico suburbio de París y sigue siendo un importante centro administrativo y judicial. La ciudad  de Versalles, ubicada en los suburbios occidentales de París, a 17,1 km al oeste del centro de París, es la capital del departamento de Yvelines. En el año 2005, la población de la ciudad fue de 86.400 habitantes, por debajo de un máximo de 94.145 habitantes en 1975. Versalles es mundialmente famoso por el Château de Versailles, desde la explanada de la ciudad que ha crecido.

Versalles fue la capital no oficial del reino de Francia a partir de mayo de 1682 (cuando el rey Luis XIV trasladó el tribunal y el gobierno permanentemente a Versalles) hasta septiembre de 1715 (la muerte de Luis XIV y regencia, con el regente Felipe de Orleans volviendo a París), y luego otra vez a partir de junio de 1722 (cuando Luis XV volvió a Versalles permanentemente) hasta octubre de 1789 (cuando la gente de París forzó a Luis XVI volver a París). Durante el período entero, París siguió como la capital oficial de Francia, y el palacio real oficial fue el Palacio del Louvre, pero los asuntos prácticos del gobierno fueron conducidos desde Versalles y Versalles fue considerada como la verdadera capital.
Versalles se convirtió otra vez en la capital no oficial de Francia a partir de marzo de 1871, cuando el gobierno francés se refugió en Versalles debido a la insurrección de la Comuna de París, hasta noviembre de 1879, cuando los nuevamente elegidos republicanos de izquierda trasladaron el gobierno y el parlamento a París.


El Palacio de Versalles, que alguna vez, y por mas de 100 años, fue la residencia del rey y uno de los lugares más importantes de Europa, ofrece a los visitantes una oportunidad para apreciar el tipo de vida que algunos reyes de Francia tuvieron en el Palacio. Recámaras y demás habitaciones se encuentran restauradas a su estado original e invariablemente causan reacciones de asombro entre los visitantes, quienes dan cuenta del gran lujo y la exageración de la realeza de siglos pasados.
En un inicio, la Chateau de Versalles no era mas que una casa de campo modesta construida por Luis XIII. En este lugar, el solía ir de caza y descansar de la ajetreada vida de París. Durante el reinado de Luis XIII Versalles no era ni remotamente algo parecido a un palacio, cosa que cambiaría cuando Luis XIV llegará al trono.
Tiempo después de que Luis XIV fuera coronado, el comenzó a buscar un lugar para vivir, cansado de haber habitado en diversos lugares como el Louvre o el Palacio Real. Una vez que conoció la Chateau de Versalles, la casa de campo de su padre, Luis XIII, decidió que era ahí donde quería vivir, por lo que invirtió mas de la mitad de los ingresos de todo un año del país para convertir la sencilla casa en un palacio digno de la realeza.
Posteriormente, durante los reinados de Luis XV y Luis XVI, Versalles sufrió poco a poco cambios que afectaron su majestuosidad. Jamás Versalles volvió a tener la atención que Luis XIV le prestaba y fue olvidado por la familia real.
Después de la Revolución Francesa, el Palacio de Versalles fue saqueado y ya casi no fue utilizado, salvo en ocasiones especiales como la coronación del emperador alemán en 1871 o la firma del Tratado de Versalles en 1919.
techo y candelabro en versallesHoy en día, Versalles es un palacio nacional en el que se reciben a jefes de Estado de otros países. Además, cuenta con varias secciones abiertas al público, las cuales son un gran atractivo turístico en la región.


No hay comentarios:

Publicar un comentario